PERDÓNAME
(Poema deontológico)
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
TEMA: La reconciliación.
SUBTEMAS: Humildad, el don del perdón y
el reanudar relaciones superando dificultades en el trato.
GRUPO ETARIO: 15-100 años.
Si
algo dije que te ofendiera
Si
algo hice que zahiriera tus sentimientos, amigo mío, amiga mía…
Perdóname,
perdóname…
Soy
un ser humano y a veces no noto el mal
Que
involuntariamente hago.
Si
con mis decisiones pasé por encima de las tuyas
Si
desconocí tu trabajo y sin quererlo cometí injusticias
Si
me adjudiqué con egoísmo el éxito que no era solo mío sino de todo un grupo
Y
de esfuerzos mancomunados…
Como
la urdimbre de una tela con sus preciosos brocados;
Amigo
mío, amiga mía… Perdóname, perdóname
A
veces en mi loco afán por ver alcanzados los objetivos grupales, me olvido
Que
no tengo agenda propia y que no soy un barco solo y a la deriva,
Porque
que me debo a la voluntad del colectivo cuya voluntad
¡Es
producto del consenso durante construido!
Si
pisé torpemente los valiosos pétalos de las rosas de tu trabajo
Y
de tus esfuerzos solo mostré las espinas y lo más bajo,
Mientras
que maximicé la corola rosácea de mis logros,
Ante
los ojos de reyes, reinas y gobernantes todos,
Quienes
palmotearon inmerecidamente mis espaldas exultantes…
Amigo
mío, amiga mía, perdóname, perdóname…
Sé
que no es fácil luchar contra el natural egoísmo del ser humano
Que
en mi a veces prima y me avasalla hasta los límites de lo inhumano,
Pero
el ideal altruista y desinteresado que nos cohesiona
Es
más fuerte, fraternal y sincero
Que
cualquier tendencia intrínseca del natural territorialismo
Del
que dice ser más sabio en la escala animal…
Porque
somos uno para el otro, todos en uno y uno fusionado en todos
En
donde la fortaleza individual deviene en fortaleza grupal.
¡De
un modo y en todos los modos!
Somos
un todo sólido como un roble del Líbano
Al
cual lo azotan las tormentas más feroces
Pero
que no logran hacerlo inclinar un ápice los vientos undívagos.
Dame
tus manos para estrecharlas y olvidemos los rencores del pasado
Hablemos,
pongamos en la mesa nuestras desavenencias, nuestros altercados,
Nuestras
inconstancias…
Y
las viejas espinas que acicatean nuestras almas…
Para
que una y otra retornen pronto a la santa calma
¡Perdonemos
y olvidemos lo que nos aleja y nos distancia!
Porque
el ideal noble y sublime de nuestro grupo
¡De
veras que así lo amerita, por la patria y por quien luchar supo!
Y
entre todos escribiremos una página de oro de la historia de nuestra tierra;
¡Que
se encumbrará majestuosa hacia las radiantes estrellas!
Madrid
(Cundinamarca)
Octubre
14 de 2019
Colombia
Gracias a este poema hoy he logrado descansar después de mucho trabajo. Un poema para dejar atrás las cargas de mis propios errores y vivir con humildad.
ResponderEliminarDios te bendiga, amiga mía. Una feliz noche, amén.
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